sábado, 1 de septiembre de 2007

Recuperación de la vegetación nativa, tanto ripariana como en faldeos y mesetas

La resiembra natural de piñones de araucaria



Ya hemos visto en los primeros artículos que he publicado en este, mi BLOG ambiental, el estado terminal de los bosques de araucaria, lenga y coihue en las altas cuencas del Río Neuquén, y en este caso particular, en la subcuenca del Arroyo Covunco y sus afluentes nacidos en la divisoria de aguas provincial, entre el cordón del Cerro Chachil y el Cerro Atravesado.
Esta zona de campos fiscales presenta destrucción total del suelo y bosques naturales, estando la vegetación arbustiva y pastos en “ pedestal “ y no existiendo renuevos de estas especies porque las cabras los exterminan, impidiéndo cualquier recuperación.
Además, los veraneadores o crianceros, cosechan todos los piñones, que son la semilla de la araucaria, cuando estos caen al madurar, o bien, derribándolos a piedrazos o enlazándo las ramas o “ ganchos de pino “ y quebrándolos, con el objeto de llevarse la “ cabeza de piñón “ , gran piña que contiene la semilla.
Esta destrucción no sólo es permitida por las autoridades sino que es “alentada “ también, y así, el mayor crimen ambiental de la república argentina cuenta con la complicidad y la autoría de los funcionarios y legisladores.
En efecto, los crianceros, en su ignorancia y necesidad alimentaria y comercial, no dudan en destruír los bosques, sabiéndo que el Estado prebendario, clientelista y brutalmente inepto, dispondrá siempre de subsidios y ayudas a cambio del voto.
Aquellos piñones que se salven de la cosecha y recolección, serán devorados por los chivos antes de bajar a las “ invernadas “.
Así se anula toda posibilidad de resiembra y supervivencia del bosque, que como demostráramos en nuestros primeros artículos de éste BLOG, está muriendo por destrucción del suelo, destrucción al cosechar el piñón y colapso de faldeos.
En donde no hay chivos es posible la resiembra natural de piñones y la aparición de renuevos que muchas veces nacen muy lejos de los bosques de araucarias, porque la semilla ha sido llevada por las aguas, por el viento y muchas veces se le ha caído de las maletas o del bolsillo a algún paisano.
La capacidad que tiene el piñon de germinar en los lugares más pedregosos, áridos y desolados es asombrosa.
Aquí podemos ver algunas fotos de esta resiembra natural dentro de la Estancia Carreri Malal.



























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